José Soler
López nació en Vera el 25 de abril de 1800. En el censo de población de 1812 de
esa localidad del levante almeriense aparece la familia Soler López domiciliada
en la calle Reduto en el número de casa 176. Sus padres, José Antonio Soler
Rubio de 32 años y profesión hilero y Beatriz López Clemente, también de 32
años, tenían cuatro hijos: José de 12 años, Juana de 9, Andrés de 6 y el
pequeño Francisco de 3.
Chozas de pescadores en la Banda del mar. Playas de El Palo. Málaga. Cortesía AAVV El Palo
Durante la guerra contra los franceses, la familia Soler López, como otros cientos de familias de Vera, salieron hacia tierras malagueñas llegando a la capital de provincia a la que hoy es la barriada de El Palo. Se instalaron a orillas de la playa en la Banda del Mar. En aquella época, a principios del siglo XIX, El Palo solo tenía 300 habitantes que habitaban principalmente en casas cuevas y poco a poco fue repoblándose con estas familias veratenses y de otras localidades de la Axarquía malagueña.
José se casó el 13 de febrero de 1819 en el Sagrario de la Catedral de Málaga con Damiana Román Galindo, que nació circunstancialmente en Algarrobo en 1805 cuando su madre, Ana Galindo de Salas viajaba embarazada hacía Málaga y se puso de parto a su paso por esta localidad costera. Ana era mujer de Lucas Román Garrido y era otra familia más de veratenses que abandonaron su pueblo. Fueron padrinos de boda: Melchor Román, hermano de la novia y su mujer Juana Soler.
En el Palo no había parroquia ni cementerio. Los sacramentos se celebraban en el Sagrario de la Catedral a siete kilómetros de distancia. Por ello, los nuevos habitantes de la zona trabajaron sin descanso para que se erigiese una nueva parroquia y un nuevo cementerio.
“Del
mismo modo que en el año 1824, se había reunido un grupo de vecinos para tratar
sobre una nueva Parroquia, en esta ocasión se reunieron con la idea de que se construyese
un nuevo cementerio con mayor capacidad para albergar a los miembros que
falleciesen en esa feligresía, ya que la dependencia que se estaba utilizando
desde el año 1823 era insuficiente. Así
que reunidos, y de común acuerdo, los hermanos Manuel y Gaspar Román Soler, el
tío de ambos, José Soler López y otro vecino más, José Díaz Arjona, con el
Alcalde Pedáneo, Sr. Carranque, hicieron llegar al Ayuntamiento malagueño la
propuesta del nuevo cementerio en una reunión celebrada con el alcalde de la Ciudad,
Don Eduardo García Asencio, el día 25 de septiembre de 1865... "
Anotación del libro Valle de las Viñas de Miraflores de El Palo de Joaquín Ruano y José Barberá. Diputación Provincial de Málaga, año 1995. pág. 220/221
En 1842, José Soler
López y su esposa Damiana Román vivían en la calle Real nº 20 con sus
hijos: Beatriz de 20 años, Antonio de 16, Rosa de 12, Francisco de 7 y Juana de
3. También vivía con ellos el abuelo Lucas Román que, ya viudo, contaba con 80
años.
Dos años después, en 1844 nacería José y el
27 de enero de 1845 mi tatarabuela, María del Carmen Soler Román.
María del Carmen se casó con 18 años, el
día de Navidad de 1864 con Juan Pastor Albarracín que en aquella fecha tenía 24
años, nació el 7 de abril de 1842 y era jornalero. Los padres de Juan eran Cristóbal
Pastor Gallardo, nacido en Málaga, oriundo de Mojácar y Ana Albarracín García, también
de Málaga, pero oriunda de Vera por la parte paterna y de Mijas (Málaga) por la
materna.
María del Carmen falleció en Málaga el 1 de septiembre de 1896 con 51 años.
Mis tatarabuelos Juan y María del Carmen
tuvieron varios hijos, entre ellos mi bisabuela María Araceli que nació a las 5
de la madrugada del día 15 de septiembre de 1868 en la calle Real número 21 de El
Palo. Se bautizó en la iglesia del Sagrario el 19 de septiembre de 1868.
María Araceli se casó en 1893 con Juan
Fernández Martín que nació en Almáchar (Málaga) el 18 de febrero de 1870 y fue
bautizado en la parroquia de San Mateo de ese pueblo el día siguiente de su nacimiento.
En 1810 vivían en la calle Bara número 10 de
El Palo.
Calle Baras. Cortesía AAVV El Palo
María Araceli falleció en Melilla el 12 de julio de 1946 con 77 años y Juan Fernández en Málaga en febrero de 1965 con 94 años.
Juan y María Araceli tuvieron 13 hijos entre ellos mi abuela, María Teresa, que nació en Málaga el 15 de febrero de 1903 a las tres de la mañana en la calle Santarem de la barriada Miraflores de El Palo (Málaga). El cura que la bautizó era D. Fernando Romero Barragan. Sus padrinos fueron Juan Benitez Villalba y Teresa Benitez Villalba.